
ESTE ES EL TITULO DEL LIBRO QUE YA MUY PRONTO ESTARA EN SU MANO.
ESTA IMGEN ES UN ADELANTO.(Lover´s Bridge sobre el rio Danshui)
ADEMAS, LE PRESENTO UN FRAGMENTO INTERESANTE:
Naciones, he aquí a Taiwán; Taiwán, he aquí a las Naciones
Al destacar las características, historia y desarrollo de Taiwán en este libro, lo hago con enmarcado interés de que los lectores de occidente, sobre todo los del continente americano; y mas aun, los pueblos que necesitan y anhelan una verdadera soberanía económica y social, dirijan su mirada a las estrategias, disciplinas y fidelidad al compromiso contraído sobre los principios, reglamentos y leyes que han de regirnos como naciones.
No pretendo que, al revisar los archivos de la historia de Taiwán, los pueblos en desarrollo del tercer mundo clonen las teorías y procedimientos paridos por las circunstancias de otrora en aquella nación oriental. Mi pretensión es que nuestros sufridos y defraudados pueblos de este estadio continental americano reconozcan sus necesidades prioritarias como la salud publica, la educación, el incremento de la producción alimenticia, las obras publicas, los bienes y servicios, la preservación de la naturaleza, la seguridad ciudadana, la recreación y sano esparcimiento de los habitantes, los derechos humanos, la producción industrial, la saludable e independiente aplicación de la justicia, la administración transparente, nívea y diáfana del erario o tesoro de la nación, el agresivo e incesante fomento de las exportaciones, el libre establecimiento de unas relaciones diplomáticas con las naciones; y las cotejemos al lado del modelo usado por Taiwán.
Cuando colocamos estos elementos en el panel de las prioridades, y los establecemos como meta a alcanzar, entonces podemos decir que estamos construyendo una nación.
Y el fijarnos estas metas implica involucrarnos en el trabajo tesonero y mancomunado con que podamos desplazar las trivialidades causadas por el protagonismo, las rivalidades y el antagonismo que producen el egoísmo, el individualismo y el afán de lucro de los grupos o partidos políticos del sistema.
Estas metas de las prioridades requieren continuismo o seguimiento en las políticas o proyectos de estado por ser un compromiso de nación.
Requieren el sometimiento a la más rígida disciplina, tenacidad y perseverancia. Requieren subordinación al más sagrado de los compromisos sociales que conectan a las generaciones en una carrera de relevo en responsabilidades y compromisos nacionales.
El mismo Prof. Juan Bosch, el último de los próceres dominicanos, en su visita a Taiwán, como invitado especial, del 19 al 25 de octubre del año 1991, expresó que Taiwán ha de ser un modelo para la República Dominicana.
Acogiéndome al titulo de este tratado, he presentado a Taiwán ante las naciones por su consagración al compromiso que le elevó del desamparo y de la más cruenta pobreza a la ostentación del desarrollo en un tiempo corto de tan solo medio siglo.
Más, presento ante Taiwán a las naciones del continente americano lo que representa una gran plaza de sincera amistad, solidaridad, valentía y buena intención de crecimiento, desarrollo y libertades.
Las Américas y Taiwán, aunque estamos colocados en diferentes rostros del planeta, aunque somos bañados por otras lluvias, y calentados por otros rayos del mismo sol; aunque nos separa la tradición, la cultura, la raza, el idioma y la historia; nos une la virtud tropical que nos permite la mismas frutas, el mismo arroz. Nuestras tierras producen las mismas cosas, Nos unen los mismos sueños y los mismos deberes de hacer un mundo mejor y de establecernos en un mejor sitial en este mundo.
América no es el nombre de una nación grande. Es el nombre de un continente que encontraron los españoles el 12 de octubre de 1492, entrando por la república de El Salvador (Guanahaní). A esta nación se debiera reconocer como: La puerta de las Américas.