sábado, 3 de enero de 2009

AYUDAR ES AYUDARSE. DAR ES DARSE

ESTOS CHICOS DE NUESTRO PLAN DE SUSTENTACION DE MANORES DISFRUTAN DE BUENOS REGALOS DE ROPAS Y ZAPATITOS DONADOS POR PERSONAS AMOROSAS QUE SON TOCADAS POR DIOS.

AYUDANDO A LOS MENORES


jueves, 1 de enero de 2009

METRO DE SANTO DOMINGO


APROVECHANDO LA GANGUITA. ES QUE DURANTE EL PERIODO DE LAS NAVIDADES EL SERVICIO DEL METRO ES ALTAMENTE GRATIS, SIN DINERO Y SIN PLATA, METROGRATIS.COM; DAO. FREE, COMO DIJERAN LOS QUE HABLAN INGLES. ¿QUE USTED CREE QUE HICIMOS MI ESPOSA, MI SEGUNDO HIJO Y YO?, NADA..., NOS MONTAMOS.

PARA UNA NACION SUBDESARROLLADA ES UNA GRAN EXPERIENCIA MONTARSE EN: E L M E T R O.

YA NO SIGA CRITICANDO..., MONTESE, DEJEMOS EL ORGULLO POLITICO DE NO ACEPTAR LAS OBRAS BUENAS QUE HACEN LOS GOBERNATES CUANDO NO NOS SIMPATIZAN.

ysabel, mi esposa, y Miqueas Marcel, nuestro hijo, en el segundo nivel bajo tierra esperando EL METRO en una de las estaciones.

CON O SIN RAZON ALGUNOS SE OPUSIERON A ESTA OBRA; PERO..., YA ESTA HECHA. ES NUESTRA. SOLO NOS QUEDA ACEPTARLA Y CUIDARLA, TAMBIEN DISFRUTARLA. DEMOS GRACIAS A DIOS POR TAN GRANDIOSA OBRA LA CUAL NO TAN SOLO ES DEL PRESENTE; SINO, UN GRAN LEGADO FUTURISTA PARA LA NACION.

DEBO RESALTAR QUE ESTA OBRA DEL METRO DE SANTO DOMINGO NO TIENE NADA QUE ENVIDIARLE A NINGUNA OTRA DEL MUNDO. CUIDEMOSLA, POR FAVOR.

TRATADOS

ENCUENTRO OPORTUNO Por Luis M. Moreta Don mercante y doña clientina El caer la tardecita sobre el agitado pueblo, se desmontó de un vehículo una doña compradora; entró a un establecimiento, y saludó sin demora. -Buenas tardes, don Mercante. -Muy buenas tardes, doña Clientina,. Que le trae por este sitio?- preguntó don Mercante. -ya usted puede ver, como siempre- contestó la doña. –buscando algo que comprar. ¿tiene usted buenos productos? -Bien sabe usted que de eso yo me ocupo, la doña, pida lo que quiera y verá. Doña Clientina, un poco dudosa, da una ojeada por los tramos, y dice: ¿Sabe usted amigo mío? Siempre espero me vaya bien en mis compras, pero a veces solo me venden engaño. -Eso no es extraño, amiga mía. El engaño es un ingrediente que sazona los servicios cotidianos de las gentes cuando no tienen esperanza; ponen su corazón en la materia, y buscan lo mejor para ellos, aunque creen que lo mejor son las deshonestas ganancias de sus malas o buenas mercancías. -Sí, pero- intervienen doña Clientina- ¿y la lay y la justicia? -Señora, la justicia mejor es la de Dios, y la ley son las Sagradas Escrituras, y hay que conocerlas porque nos guían a toda verdad. Yo, como comerciante, me guio por ellas, y espero de Dios la bendición. -Bien, don Mercante, creo que es lo correcto… ¿Cómo están los precios, con altura?- Don Mercante sonríe, y responde: -Es mi deber hacerlo todo con altura, pero no los precios; de ellos podríamos decir que están por las Escrituras, lo más justo posible para satisfacción de mi jefe.- ¿Cuál es su jefe, señor? ¿No que es suyo este negocio? -Bien que sí, pero desde que entregué mi vida a Jesucristo, El gobierna mis asuntos. ¿No ve usted que la medida está completa? -Eso estoy notando, don Mercante, es muy diferente. -Tiene que ser diferente. En Proverbios 20:10 dice: Pesa Falsa y medida falsa, ambas son abominación a Dios. -Sí, así, mismo es, don Mercante. Varios comerciantes compran a $100, dicen: me costó $250, vendo barato en $275, ¿Qué le parece amigo? Si señora, así hacen los mentirosos acorralados por la avaricia. Los temerosos de Dios estamos apercibidos por Proverbios 28:22, que dice: Se apresura a ser rico el avaro, y no sabe que le ha de venir pobreza. Y más aún, en efesios 5 .5, que dice: Porque sabéis esto. Que ningún fornicario o inmundo, o avaro, que es idolatría, tiene herencia en el Reino de Cristo y de Dios. De esta clase de gente es que se refiere Prov.20:14, cuando dice: El que compra dice: malo es, malo es; mas cuando se aparta, se alaba. Cuando el hombre pone su corazón en ls riquezas termina en la miseria espiritual, moral, y muchas veces hasta sin dinero mi corazón no está en este negocio, por eso trato con justicia. Mi fe está en Dios que meda paz, salud y salvación. -Bien,- respondió doña Clientina –ahora sí comprendo por qué Jesucristo es su jefe, y de seguro que desde este mismo momento lo hago mío también…, hasta luego don Mercante. Hasta luego, doña Clientina. ¿Quiere usted también hacerlo su jefe? Visítenos a nuestra iglesia__________________________________________________ Llame a Tel.:_____________________________________________________________