jueves, 15 de abril de 2010

SAN JUAN DE LA MAGUANA, R.D.

SAN JUAN EN LOS OJOS DE DIOS, puede ser una declaración de juicio, o una declaración de bendición.


Depende de la avaluación de Dios frente a las obras y decisiones; y a la reaccion de un pueblo que ha dado las espaldas a su creador despues de la gran mision profética que he iniciado en aquella ciudad sureña de la Republica Domincana.


San Juan, (provincia) tiene una superficie de 3,569,39 Km2, ocupados por unos 241,105 habitantes, segun el senso de 2002. La ciudad capital o cabecera de esa provincia, es San Juan de la Maguana.


Esta provincia está rodeada por Santiago y Santiago Rodriguez (norte), La Vega (noreste), Baoruco (sur). Azua (este), y Elias Piña, al oeste.


Nuestra mision está dedicada a exortar a los habitantes de aquella provincia, sobre los juicios de Dios, quien ha desatado una gran catastrofe con fuertes temblores de tierra (terremotos), e inundacion con las aguas de la presa de Sabaneta, ubicada en las montañas del mismo nombre al norte de la llanura, que es el rostro de la cordillera central que mira al sur.


No quiero aterrorizar con mis declaraciones; lo que hago es cumplir con el deber de anunciar lo que ha de suceder, segun las palabras del Dios fuerte, en caso de que tras la declaracion de mis palabras, el pueblo no se arepienta.


Desde antes del año 1989 he estado anunciando una gran inundacion que culmina con la muerte de casi todos los habitantes del valle; y como fieron tres las visiones que el Dios fuerte me ha estado mostrando: La primera de ellas fue cuando su voz me envió a una orilla del rio San Juan; allí me hizo correr diciéndome que esa parte se llenaría de agua. Esa vez, en octubre de 1989, se juntaron los dos rios, y esa parte se llenó de agua, cumpliendose asi la primera parte de la palabra profetica.


La segunda visión de Dios hacia mí, fue que la voz me dijo: vuelve a orillas del rio. Yo fui a otro lugar mucho mas alto que la primera vez; y la voz me dijo: vete porque hasta este lugar se llerará de agua tambien. El cumplimiento de esa segunda vez fue la noche del 22 de septiembre, cuando las aguas del Huracán George, diezmaron la ciudad. El lugar se llenó de agua al punto que, aunque nunca en la historia el agua habia subido allí; esa vez el agua arrastró una vivienda que habia edificada.


La otra gran vision y voz audible de Dios es que el muro de la presa viene abajo. Habrá destruccion y muertes incontables.


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TRATADOS

ENCUENTRO OPORTUNO Por Luis M. Moreta Don mercante y doña clientina El caer la tardecita sobre el agitado pueblo, se desmontó de un vehículo una doña compradora; entró a un establecimiento, y saludó sin demora. -Buenas tardes, don Mercante. -Muy buenas tardes, doña Clientina,. Que le trae por este sitio?- preguntó don Mercante. -ya usted puede ver, como siempre- contestó la doña. –buscando algo que comprar. ¿tiene usted buenos productos? -Bien sabe usted que de eso yo me ocupo, la doña, pida lo que quiera y verá. Doña Clientina, un poco dudosa, da una ojeada por los tramos, y dice: ¿Sabe usted amigo mío? Siempre espero me vaya bien en mis compras, pero a veces solo me venden engaño. -Eso no es extraño, amiga mía. El engaño es un ingrediente que sazona los servicios cotidianos de las gentes cuando no tienen esperanza; ponen su corazón en la materia, y buscan lo mejor para ellos, aunque creen que lo mejor son las deshonestas ganancias de sus malas o buenas mercancías. -Sí, pero- intervienen doña Clientina- ¿y la lay y la justicia? -Señora, la justicia mejor es la de Dios, y la ley son las Sagradas Escrituras, y hay que conocerlas porque nos guían a toda verdad. Yo, como comerciante, me guio por ellas, y espero de Dios la bendición. -Bien, don Mercante, creo que es lo correcto… ¿Cómo están los precios, con altura?- Don Mercante sonríe, y responde: -Es mi deber hacerlo todo con altura, pero no los precios; de ellos podríamos decir que están por las Escrituras, lo más justo posible para satisfacción de mi jefe.- ¿Cuál es su jefe, señor? ¿No que es suyo este negocio? -Bien que sí, pero desde que entregué mi vida a Jesucristo, El gobierna mis asuntos. ¿No ve usted que la medida está completa? -Eso estoy notando, don Mercante, es muy diferente. -Tiene que ser diferente. En Proverbios 20:10 dice: Pesa Falsa y medida falsa, ambas son abominación a Dios. -Sí, así, mismo es, don Mercante. Varios comerciantes compran a $100, dicen: me costó $250, vendo barato en $275, ¿Qué le parece amigo? Si señora, así hacen los mentirosos acorralados por la avaricia. Los temerosos de Dios estamos apercibidos por Proverbios 28:22, que dice: Se apresura a ser rico el avaro, y no sabe que le ha de venir pobreza. Y más aún, en efesios 5 .5, que dice: Porque sabéis esto. Que ningún fornicario o inmundo, o avaro, que es idolatría, tiene herencia en el Reino de Cristo y de Dios. De esta clase de gente es que se refiere Prov.20:14, cuando dice: El que compra dice: malo es, malo es; mas cuando se aparta, se alaba. Cuando el hombre pone su corazón en ls riquezas termina en la miseria espiritual, moral, y muchas veces hasta sin dinero mi corazón no está en este negocio, por eso trato con justicia. Mi fe está en Dios que meda paz, salud y salvación. -Bien,- respondió doña Clientina –ahora sí comprendo por qué Jesucristo es su jefe, y de seguro que desde este mismo momento lo hago mío también…, hasta luego don Mercante. Hasta luego, doña Clientina. ¿Quiere usted también hacerlo su jefe? Visítenos a nuestra iglesia__________________________________________________ Llame a Tel.:_____________________________________________________________