ELECCIONES R.D.
Al
Pueblo Evangélico de República Dominicana.
Luis
M. Moreta
16/05/2012
ESTA DECLARACIÓN LA PUBLICO POR MI DEBER
PROFÉTICO. NO TENGO SIMPATÍA POLÍTICA. NO BUSCO AGRADAR AL P.L.D., NI DESAFIAR
AL P.R.D SOLO ADVERTIR A LOS LAVADOS POR LA SANGRE DE CRISTO, QUE ANTES DE
VOTAR REFLEXIONEN SIN PASIÓN Y SIN FANATISMO. OREN Y BUSQUEN LA VOLUNTAD DE
DIOS.
En el año 2000, al obtener Hipólito Mejía el
triunfo electoral, se convirtió en anatema para Dios sepultando su triunfo en
una tumba en un cementerio de la capital, y no dio la honra a Dios. “Él es
quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a
los sabios, y conocimiento a los entendidos”. Daniel, 2:21
Por este mal, el Partido Revolucionario Dominicano
(P.R.D.), ha caído bajo la maldición de no triunfar en los últimos cinco
certámenes; Dios no le ha favorecido. Ni el P.R.D. ni Mejía se han arrepentido
ante Dios por este pecado. Todos los demás partidos son injustos y corruptos,
eso me consta; pero Dios no ha tolerado que alguien le desconozca sepultando su
gloria en vez de enarbolarla.
En el año 2002, fui a Palacio a entregar un
documento diciendo que Dios había desechado a Hipólito Mejía. Él gozaba de la
simpatía popular, y estaba tras una reelección.
Dios le quitó el poder, y lo entregó a sus
adversarios. ¿Testigos? Licdo. Elías Wessin Chávez, y Licda. Ana Inés Polanco.
A ellos les hice entrega de una copia.
No sugiero ninguna fuerza política, pues que no
tengo preferencia alguna; y si la tuviese, me la reservaría para mi consumo
personal. Prefiero seguir sirviendo a Dios llevando la palabra profética.
Prefiero el arbitraje, que es la posición de los Ministros de Cristo.
Da lastima el saber que lavados por la sangre de
Cristo han puesto en su preferencia a quien el Dios de su salvación ha
desechado por lo ya citado.
Que mis hermanos en la fe no erren eligiendo a
quien Dios ha rechazado por el anatema del que no se ha arrepentido él ni su
partido. Los que viven en tinieblas, elijan como quieran; pero, los hijos de la
Luz no corran en adversidad con el Dios de su salvación recogiendo lo que Dios
desechó.
(1 de Samuel, 16:1) Dijo Jehová a Samuel:
¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre
Israel?
TRATADOS
ENCUENTRO OPORTUNO
Por Luis M. Moreta
Don mercante y doña clientina
El caer la tardecita sobre el agitado pueblo, se desmontó de un vehículo una doña compradora; entró a un establecimiento, y saludó sin demora.
-Buenas tardes, don Mercante.
-Muy buenas tardes, doña Clientina,. Que le trae por este sitio?- preguntó don Mercante.
-ya usted puede ver, como siempre- contestó la doña. –buscando algo que comprar. ¿tiene usted buenos productos?
-Bien sabe usted que de eso yo me ocupo, la doña, pida lo que quiera y verá.
Doña Clientina, un poco dudosa, da una ojeada por los tramos, y dice: ¿Sabe usted amigo mío? Siempre espero me vaya bien en mis compras, pero a veces solo me venden engaño.
-Eso no es extraño, amiga mía. El engaño es un ingrediente que sazona los servicios cotidianos de las gentes cuando no tienen esperanza; ponen su corazón en la materia, y buscan lo mejor para ellos, aunque creen que lo mejor son las deshonestas ganancias de sus malas o buenas mercancías.
-Sí, pero- intervienen doña Clientina- ¿y la lay y la justicia?
-Señora, la justicia mejor es la de Dios, y la ley son las Sagradas Escrituras, y hay que conocerlas porque nos guían a toda verdad. Yo, como comerciante, me guio por ellas, y espero de Dios la bendición.
-Bien, don Mercante, creo que es lo correcto… ¿Cómo están los precios, con altura?- Don Mercante sonríe, y responde: -Es mi deber hacerlo todo con altura, pero no los precios; de ellos podríamos decir que están por las Escrituras, lo más justo posible para satisfacción de mi jefe.- ¿Cuál es su jefe, señor? ¿No que es suyo este negocio?
-Bien que sí, pero desde que entregué mi vida a Jesucristo, El gobierna mis asuntos. ¿No ve usted que la medida está completa?
-Eso estoy notando, don Mercante, es muy diferente.
-Tiene que ser diferente. En Proverbios 20:10 dice: Pesa Falsa y medida falsa, ambas son abominación a Dios.
-Sí, así, mismo es, don Mercante. Varios comerciantes compran a $100, dicen: me costó $250, vendo barato en $275, ¿Qué le parece amigo?
Si señora, así hacen los mentirosos acorralados por la avaricia. Los temerosos de Dios estamos apercibidos por Proverbios 28:22, que dice: Se apresura a ser rico el avaro, y no sabe que le ha de venir pobreza. Y más aún, en efesios 5
.5, que dice: Porque sabéis esto. Que ningún fornicario o inmundo, o avaro, que es idolatría, tiene herencia en el Reino de Cristo y de Dios. De esta clase de gente es que se refiere Prov.20:14, cuando dice: El que compra dice: malo es, malo es; mas cuando se aparta, se alaba. Cuando el hombre pone su corazón en ls riquezas termina en la miseria espiritual, moral, y muchas veces hasta sin dinero mi corazón no está en este negocio, por eso trato con justicia. Mi fe está en Dios que meda paz, salud y salvación.
-Bien,- respondió doña Clientina –ahora sí comprendo por qué Jesucristo es su jefe, y de seguro que desde este mismo momento lo hago mío también…, hasta luego don Mercante.
Hasta luego, doña Clientina.
¿Quiere usted también hacerlo su jefe?
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