Una gran victoria ha de venir
Por cuanto es sumamente seguro que a algunos de ustedes Dios les ha hecho participes, por medio de la palabra profética o a través de la lectura de la Biblia, de alguna grande promesa; tal vez la respuesta a una oración, o ya sea la salida de una situación caótica de la que no se hayan podido librar por sí solos.
Si La Palabras de Dios llevadas a sus oídos o enviadas a su corazón se parece a estas:
"Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria". (Isaías 60:12).
O palabras como estas:
"Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente". (Jueces 6:12).
Es porque las cosa comienzan a cambiar.
Dios nunca enviaría estas palabras sin que haya dispuesto para nosotros una gran victoria; mas, si no hay una gran batalla, ¿Cómo obtendríamos una gran victoria?
Quien tiene que enfrentarse a los desafíos, a los inconvenientes, a los PROBLEMAS es el hombre y la mujer de fe a quienes Dios dirige sus palabras.
Cuando el ángel, que debajo de la encina sirvió a Gedeón estas palabras de Jueces 6:12, le dijo, además:
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? (verso 14).
(Isaías 60:12).
Por cuanto es sumamente seguro que a algunos de ustedes Dios les ha hecho participes, por medio de la palabra profética o a través de la lectura de la Biblia, de alguna grande promesa; tal vez la respuesta a una oración, o ya sea la salida de una situación caótica de la que no se hayan podido librar por sí solos.
Si La Palabras de Dios llevadas a sus oídos o enviadas a su corazón se parece a estas:
"Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria". (Isaías 60:12).
O palabras como estas:
"Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente". (Jueces 6:12).
Es porque las cosa comienzan a cambiar.
Dios nunca enviaría estas palabras sin que haya dispuesto para nosotros una gran victoria; mas, si no hay una gran batalla, ¿Cómo obtendríamos una gran victoria?
Quien tiene que enfrentarse a los desafíos, a los inconvenientes, a los PROBLEMAS es el hombre y la mujer de fe a quienes Dios dirige sus palabras.
Cuando el ángel, que debajo de la encina sirvió a Gedeón estas palabras de Jueces 6:12, le dijo, además:
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? (verso 14).
No era que ya este joven preservador de los recursos de su casa tenía el problema resuelto, es que ya se había dado, desde los cielos, el decreto de que el problema se resolviera con los recursos divinos o espirituales, pero con la gestión y con la diligencia humanas.
Había que acudir al terreno de la batalla.
Había que conquistar.
Gedeón lo entendió. Respondió al llamado, y conquistó, y obtuvo una gran victoria que favoreció a su casa, a su comunidad; y más aun, satisfizo la voluntad de Dios quien le escogió.
De modo que si usted ha recibido de Dios estas palabras, actívese porque gran victoria le espera a usted, a su familia y a su comunidad.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.(Isaías 60:12).
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